Actualidad
La violencia vicaria es un término acuñado y definido por la psicóloga y perito judicial Sonia Vaccaro desde el año 2012, que refiere a una modalidad de violencia de género. La violencia hacia las mujeres no termina en los límites de su cuerpo y de sus emociones, sino que puede hacerse extensiva a su entorno, a sus vínculos o redes afectivas.
Este tipo de violencia aparece con frecuencia cuando el agresor, generalmente parejas o ex parejas, no puede acceder directamente a la mujer, por lo que sustituye el foco de violencia por una persona significativa para ella, y que esté a su alcance; en general, sobre lxs hijxs. De este modo, los vínculos afectivos de la mujer son utilizados como canal para ejercer violencia sobre ella.
En junio de este año, la diputada Mónica Macha presentó un proyecto para incorporar a la violencia vicaria en el texto de la Ley N° 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. La inclusión de la violencia vicaria como uno de los tipos de violencia no sólo apunta a su reconocimiento legal, sino también a la prevención. Es necesario erradicar la pauta cultural que lleva a descalificar las amenazas y a descreer de ellas, para que en las situaciones de violencia se pueda proteger no sólo a las mujeres, sino también a lxs niñxs.
La violencia vicaria ha sido silenciada durante mucho tiempo. Es tiempo de nombrarla para entender de qué manera esta forma de maltrato afecta a las madres y sus hijxs.
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La violencia vicaria es un término acuñado y definido por la psicóloga y perito judicial Sonia Vaccaro desde el año 2012, que refiere a una modalidad de violencia de género. La violencia hacia las mujeres no termina en los límites de su cuerpo y de sus emociones, sino que puede hacerse extensiva a su entorno, a sus vínculos o redes afectivas.
Este tipo de violencia aparece con frecuencia cuando el agresor, generalmente parejas o ex parejas, no puede acceder directamente a la mujer, por lo que sustituye el foco de violencia por una persona significativa para ella, y que esté a su alcance; en general, sobre lxs hijxs. De este modo, los vínculos afectivos de la mujer son utilizados como canal para ejercer violencia sobre ella.
En junio de este año, la diputada Mónica Macha presentó un proyecto para incorporar a la violencia vicaria en el texto de la Ley N° 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. La inclusión de la violencia vicaria como uno de los tipos de violencia no sólo apunta a su reconocimiento legal, sino también a la prevención. Es necesario erradicar la pauta cultural que lleva a descalificar las amenazas y a descreer de ellas, para que en las situaciones de violencia se pueda proteger no sólo a las mujeres, sino también a lxs niñxs.
La violencia vicaria ha sido silenciada durante mucho tiempo. Es tiempo de nombrarla para entender de qué manera esta forma de maltrato afecta a las madres y sus hijxs.